Hace unos días me encontré con una
frase que dice “si somos lo que comemos, lo que vestimos nos define”. No me tomen a mal, la frase quizás a primera
vista pareciera de lo más superficial y materialista, sin embargo creo que en
ella se define y se defiende algo mucho más profundo.
Vestirnos es una acción que
realizamos a diario, casi en automático. Pantalones, faldas, vestidos, camisas,
playeras, sacos, chamarras, calcetas, zapatos, zapatillas, tenis, son algunos
elementos que conforman nuestro closet, nuestro estilo de vida y de nosotros
mismos.
Y sí, muchas veces he dicho que la
ropa es algo que sin duda expresa quiénes somos y da a conocer nuestra
personalidad. Sin embargo la ropa es algo tan cotidiano que muy pocas veces nos
cuestionamos sobre ella. Y si crees que me equivoco, ¿podrías decirme de dónde
proviene alguna de las prendas que llevas puestas? (y en verdad que decirme que
la has comprado en una de esas grandes y famosas tiendas del momento no sería
la respuesta que busco).
El 24 de abril de este año se conmemoró el primer aniversario de la tragedia de Bangladesh, donde más de mil personas perdieron la vida y muchas otras resultaron heridas. Esta tragedia ocurrió al desplomarse el edificio textil “Rana Plaza” (edificio que albergaba 4 fábricas de ropa, de las cuales fabricaban para marcas como el Grupo Benetton, The Children's Place, DressBarn, Mango, Monsoon y Primark, así como para empresas de distribución como El Corte Inglés).
Este evento ha marcado la historia y
a un año de haber ocurrido cobra vida nuevamente para hacer conciencia a nivel
mundial sobre la importancia de dónde se fabrica la ropa que día con día
usamos.
Cerca de 40 países se unieron en
esta causa para conmemorar a las víctimas de la ocurrida tragedia con la
celebración del Fashion Revolution Day. Ésta iniciativa llama a llevar una
prenda al revés, para así mostrar la etiqueta que indica dónde se ha
confeccionado. Este año con ayuda de las redes sociales se creó el hashtag #InsideOut, y se invitó a todos a compartir su fotografía en Instagram
acompañada del hashtag.
Esta gran iniciativa lleva cómo
lema “¿Quién ha hecho tu ropa?”, misma que pretende hacernos reflexionar sobre
el origen y las condiciones bajo las cuales se confecciona nuestra ropa, asimismo
nos replantea la importancia del lugar de su fabricación.
Fashion Revolution Day tiene un
sencillo objetivo: concientizar a la sociedad de lo que está ocurriendo más
allá de lo que vemos.
¿Quién ha hecho nuestra ropa? Ésta
es una pregunta que a mí me a dejado pensando mucho. Y puedo decir que estoy
sorprendida por lo que la sociedad de consumo ha hecho de cada individuo.
Karl Marx en su momento habló del
famoso “fetichismo de la mercancía” donde expuso que los objetos terminan
teniendo más valor que los humanos. Y nosotros como humanos nos terminamos
convirtiendo en mercancías, así las cosas se vuelven sujetos y los sujetos se
convierten en cosas.
Jamás había tenido esto más sentido
para mí que ahora.
Me hace sentido y no porque esté de
acuerdo o feliz con ello; sin embargo creo que es cierto que hoy en día todo lo
que tenemos (ropa, carro, teléfonos, cámaras, computadoras, etc…) más allá de
cumplir un papel material ha desenvuelto un papel que contiene mayor valor que el mismo ser humano.
¿Cuántas veces no hemos cambiado una platica con un amigo por un mensaje en el celular, o Facebook?
Es triste saber que cada vez más los objetos adquieren un valor “humano” o de sujeto y el verdadero sujeto adquiere el valor de un objeto. Aunque quizás la palabra correcta no sea “adquiere” sino “otorgamos” o “damos”.
¿Cuántas veces no hemos cambiado una platica con un amigo por un mensaje en el celular, o Facebook?
Es triste saber que cada vez más los objetos adquieren un valor “humano” o de sujeto y el verdadero sujeto adquiere el valor de un objeto. Aunque quizás la palabra correcta no sea “adquiere” sino “otorgamos” o “damos”.
Sin duda esto se da por el sistema
económico que tenemos, el cuál determina un sistema de valores que influye en
todos los hombres.
Estoy contenta por la iniciativa de
ésta Fashion Revolution Day, así como de muchas otras que han comenzado a
cobrar fuerza, sin embargo en mi opinión estas son problemáticas que deberíamos
recordar con mayor frecuencia y no sólo una vez al año.
Después de todo esto, sólo quiero
preguntarte ¿sabes quién ha hecho tu ropa?
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